Llega el Ferrocarril I
La Estación de trenes I Estación de trenes de Alta Gracia, mi ciudad. Fotografía propia Hoy, en un viaje imaginario, llegamos en tren a una época que difícilmente volverá. La campana de bronce parece ser agitada nuevamente, anunciando la partida del tren esta vez, con destino al presente y, llevando como pasajeros, los recuerdos. Actualmente, con excepción de la ciudad autónoma de Buenos Aires, algunas localidades de la Provincia homónima, y escasas líneas en algunas provincias, el transporte ferroviario de pasajeros prácticamente no existe en nuestro país; pocos ramales subsisten y muchas de las estaciones han sido destinadas a albergar Bibliotecas, Casas de Cultura, Registro Civil, o Museos de cada lugar. La Estación del ferrocarril, ese conjunto de edificios de finales del siglo XIX, de arquitectura típicamente inglesa, se revela ante los ojos del observador, como una impronta que el paso del Ferrocarril dejó en pueblos y ciudades del interior.