Si tuviéramos que elegir el retrato de un hombre serio, duro, sombrío y hasta cierto punto frío, no dudaríamos en seleccionar el de Carlos Marx, nacido en Trier, Reino de Prusia, en 1818 y fallecido en Londres, Reino Unido, en 1883. Este notable intelectual que teorizara y predicara la liberación final del proletariado internacional, muchas veces endiosado o calumniado, tuvo su perfil romántico que no es precisamente el que lo caracterizara, más bien ha sido una arista oculta de su personalidad. Se sabe, que ante su fiel amigo Friedrich Engels, llegó a admitir : “...mi espíritu está en gran parte absorbido por el recuerdo de mi esposa, que fue la mejor parte de mi vida”. Su esposa, Jenny von Westphalen, fue la única depositaria del amor del autor de “El Capital”, sin que sus allegados dejaran de objetarle algunas tentaciones que lo llevaron a concebir un hijo varón ilegítimo que jamás reconoció y que su amigo Engels, crió. Se casaron en 1843, cuando Marx tenía 25 años