¿Quién no tuvo piojos alguna vez?


Tener piojos siempre ha llevado consigo el estigma relacionado con el abandono, la pobreza, la falta de higiene, las carencias, la incultura. Sin embargo un  estudio reciente da por tierra con esta “creencia popular”.
Efectivamente, no nos tenemos que avergonzar por padecer una infección con piojos, sí por no combatirlos convenientemente, porque si no se les ataca se propagan infectando, fundamentalmente a niños.
Según la Dra. Hannah Chow-Johnson pediatra del Sistema de Salud de la Universidad de Loyola*:
"No hay que avergonzarse de tener piojos. De hecho, el cabello limpio y brillante les atrae, así que la suposición de que solo la gente sucia tiene piojo es falsa", y agrega: “Había tratado a niños con piojos en la clínica, pero hasta que mis hijos trajeron a casa esos desagradables bichos y su comezón no había realmente comprendido su impacto".

Los piojos tienen el tamaño de un grano de arroz, y ponen huevos blancos o marrones llamados liendres que se adhieren al pelo a una o dos pulgadas (2.5 a 5 cm) del cuero cabelludo. Aunque no pueden saltar ni volar, los piojos pueden propagarse de una persona a otra a través del contacto cercano, como al abrazarse o dormir en la misma cama. También pueden propagarse cuando las personas infestadas comparten sombreros, ropa o cepillos para el pelo.

*(La Universidad Loyola de Chicago es una Universidad privada, católica, de la Compañía de Jesús)

 Consejos de la Dra Chow-Jhonson

Chow-Johnson aconsejó a los padres formas de evitar una infestación de piojos. "Intente revisar el pelo del niño una vez por semana. Es inconveniente, pero es mucho más fácil manejar los piojos pronto que después de que los bichos han estado en el pelo durante un mes". Recomendó que los padres sigan los siguientes pasos al revisar si un niño tiene piojos:
  • Siente al niño con la cabeza en un lavamanos lleno de agua tibia y peine el pelo en secciones usando un peine fino.
  • Eche agua o aerosol contra las liendres en una pequeña sección del pelo y peine desde la raíz hasta la punta.
  • Lave el peine y páselo por una toalla.
  • Repita este proceso hasta que haya revisado todo el pelo del niño.
"No es suficiente mirar rápidamente partiendo el pelo con la mano. Los piojos se mueven muy rápido y evaden los mejores esfuerzos", advirtió Chow-Johnson.
Señaló que los piojos no transmiten enfermedades, pero necesitan sangre para sobrevivir. Añadió que las infestaciones de piojos pueden provocar picazón (sobre todo detrás de las orejas y en la nuca) y bultitos en el cuello. Las personas con piojos también pueden sentir movimiento en el cuero cabelludo.
Hay que tratar a los piojos con eficacia para evitar que regresen. Una ducha caliente y un champú fuerte no resuelven el problema. Los padres que encuentren piojos o liendres deben tratar a todos los habitantes de la casa y lavar toda la ropa de cama y las toallas en agua caliente. Cualquier cosa que no se pueda lavar debe sellarse en una bolsa plástica durante al menos 72 horas. Los asientos del coche, las mochilas y las chaquetas también deben ser tratados, señaló Chow-Johnson.
Por lo general, las liendres salen del huevo en ocho a nueve días, maduran, se reproducen y crean más liendres. Así que no es suficiente solo eliminar los piojos, advirtió. También hay que matar las liendres, así que elija un tratamiento de venta libre que haga ambas cosas.
"Tras tener piojos, el niño será más susceptible durante seis semanas, así que sugiero seguir usando el producto contra piojos durante esas semanas y revisar a diario por piojos y liendres", anotó Chow-Johnson.
El aceite de mango, de romero y del árbol del té repelen a los piojos, añadió. Usar productos con esas esencias puede ayudar a prevenir una infestación. También hay aerosoles de uso diario para repeler a las liendres y a los piojos.
"¡Esté atento! Un descubrimiento temprano le ahorrará mucho tiempo y energía. Y en este caso otros padres estarán felices de que su hijo no comparta", dijo Chow-Johnson.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Loyola University Health System, news release, Jan. 24, 2012

123RF Foto de archivo



Comentarios

  1. Ni te imaginas como nos quitabana a nosotros nuestras madres los piojos. Nos llenaban la cabeza de vinagre y nos la envolvían con una toalla durnate al menos una hora. Para habernos matado jajajaj. Un besazo.

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  2. Por suerte, nunca los padecí ni mi hijo tampoco. Sé de lo molestos que son,jajaja. Un abrazo amiga.

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  3. Gracias por pasarte por aquí Elsa, amiga. Se te extrañaba. Has tenido ¡una gran suerte! Abrazos

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  4. Karras, ja,ja, yo te llevo unos cuantos años!!! y también conocí ese tratamiento. Un abrazo, amigo.

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