Los amores de un héroe

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Hoy, 17 de agosto de 2010, se cumplen 160 años de la muerte en Boulogne Sur Mer, Francia de la máxima figura histórica argentina: El Libertador de tres países, Argentina, Chile y Perú, héroe de la emancipación sudamericana, Gral. Don José de San Martín. En la nota, un enfoque distinto a lo acostumbrado, referido a sus amores de hombre, nos presenta una pincelada oculta de su Biografía.




José Francisco de San Martín, llamado el Libertador nació en Yapeyú, Corrientes, Argentina, el 25 de febrero de 1778 y murió en Boulogne-Sur Mer, Francia, el 17 de agosto del año1850. Héroe de la independencia americana, fue con Simón Bolívar, una de las personalidades más destacadas en la guerra de emancipación del continente.

En 1784 José de San Martín pasó con su familia a España, donde inició su carrera militar en el regimiento de Murcia, interviniendo, más tarde en las guerras del Rosellón (1793), de las Naranjas (1804) y de Independencia, que le supusieron distintos ascensos hasta alcanzar el grado de teniente coronel.

Tras esta fulgurante carrera y poco después de estallar la revolución emancipadora en América, San Martín, marchó a Londres (1811) donde había mantenido contactos con las logias masónicas simpatizantes del movimiento independentista, y de allí a Buenos Aires (1812).

Como militar había cosechado buena fama, allá, en España, pero en la Buenos Aires de 1812, para ser alguien, no bastaba con eso. Por ese motivo, José Francisco de San Martín dependía de su compañero de viaje y camarada en los ejércitos de su Majestad, Carlos de Alvear, quien lo introduciría en la sociedad porteña. (Balmaceda,2008:101)

Así fue como cinco meses después de su arribo al Virreinato del Río de la Plata, San Martín (34) se casaba en la Catedral de Buenos Aires con María de los Remedios de Escalada (15), joven, pura y de una familia acomodada, gracias a la intervención de Alvear.




Nunca se sabrá si llegaron a amarse ya que no existen pruebas de ello y menos de esa época, ya que las manifestaciones de amor quedaban estrictamente reservadas al espacio privado de las personas y estaban prohibidas en el espacio social. El matrimonio tuvo una única hija a la que llamó Merceditas, quien acompañó a su padre en sus últimos años en Francia. La pareja vivió muy poco tiempo junta, de a ratos, podría decirse, ya que el militar vivía abocado a la preparación de un ejército en todo el sentido de la palabra, que supiera de tácticas militares para aplicarlas en la lucha por la independencia.

Sin embargo, San Martín, alto y apuesto, de profundos ojos negros, según el registro de las pinturas existentes, no era hombre de andar solo. Siempre, durante sus campañas, contó con alguna hermosa mujer que lo acompañaba.
Se habla pues, de una manifiesta intimidad con Juana Rosa Gramajo Molina, esposa del dueño de una de las estancias en las que se hospedó el militar en las afueras de Tucumán, en ocasión de encontrarse al mando del ejército del Norte. De allí, pasó a Córdoba y luego a Mendoza, donde fue nombrado gobernador. Su esposa, luego de un año de no ver a su compañero, viajó entonces, no obstante las 27 postas que separaban Buenos Aires de Mendoza y los peligros del viaje, uno de ellos, la asechanza de los aborígenes guerreros de las pampas y el desierto. Cuando nació Merceditas, Remedios regresó a Buenos Aires ya que su esposo habría de dedicarse a organizar la expedición libertadora de Chile.

 

Se habla también de una aristócrata chilena que dio consuelo a San Martín cuando fue derrotado en una de las batallas en Chile (Cancha Rayada) a quien varios escritores se refirieron en términos de un oculto romance del correntino, pero nunca llegó a conocerse su nombre. Recuperada Chile tras la victoria de Maipú, Don José de San Martín regresó a Mendoza, donde prontamente encontró un nuevo consuelo para su discreta soledad, María Josefa Morales de los Ríos y viuda de Ruiz Huidobro.  La casa de la condesa mexicana pasó a ser la residencia habitual del Gobernador y allí recibía a sus invitados, es decir en casa de “su amiga” para los demás. Al haberse establecido, el militar nuevamente en Mendoza, su esposa, Remedios de Escalada, viajó nuevamente a dicha Provincia, esta vez acompañada de su pequeña hija y su ayudanta de confianza, una hermosa mulata (hija de blanco y negra) llamada Jesusa.  Pero la salud de Remedios estaba quebrada por la tuberculosis que la sometía a una tos persistente. Tuvo que regresar a Buenos Aires con su pequeña Merceditas, por orden indeclinable de su esposo, quien partiría hacia el Perú para libertar Lima, Capital del Virreynato.

Jesusa se quedó con San Martín y partió con él al Perú de donde no regresó nunca. Allá tuvo un hijo natural (no nacido dentro del matrimonio) que se atribuyó al General, lo que no molestaba a los demás pues en la época era común tener vástagos.

Narra alguna memoria que San Martín, mientras permaneció en Lima mantuvo una relación escandalosa con Rosita Campusano, sólo un año mayor que Remedios, mientras su esposa, permanecía postrada, consumiéndose en Buenos Aires.
Dicen que Rosita quedó en la historia de la vida del militar, por entonces Protector del Perú, como la principal amiga de sus relaciones clandestinas. 

Sin embargo no fue la última.
Habiendo viajado a Guayaquil (Perú) para mantener la célebre entrevista con Simón Bolívar, San Martín fue albergado en el lugar por Doña Carmen Mirón y Alayón, con quien tuvo un hijo: Joaquín Miguel de San Martín y Mirón.
Celebrada la entrevista con Bolívar en Guayaquil (1822), donde ambos patriotas trataron el futuro del continente, San Martín renunció al Protectorado peruano y se retiró de la vida pública, afincándose en Mendoza. 

Su esposa, María de los Remedios de Escalada murió en agosto de 1823, sin que su esposo la acompañase en su agonía. Más tarde, junto con Merceditas, en 1824 se embarcó hacia Europa, dedicándose a la educación de su hija.
En 1829 regresa a Buenos Aires pero encuentra un clima hostil y permanece en Montevideo.
Poco tiempo después regresa a Europa para no volver nunca más a su país, radicándose en Francia.


Ya no se le conocieron más amores que los de su hija y su nieta.

   
Algunas fuentes de esta entrada:

Balmaceda, Daniel,2008, Romances turbulentos de la historia argentina, Buenos Aires, Grupo editorial norma
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_de_San_Mart%C3%ADn
http://www.pachami.com/SanMartin.html
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/san_martin.htm





Comentarios

  1. Apasionante la historia romántica del Gral. Don José de San Martín.
    Gran estratega militar y brillante estadista, desastrozo esposo que, en su madurez, recompone sus falencias esmerándose como padre y abuelo.

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  2. Interesante, amiga. Tanto San Martín como Bolivar, y su famosa amante Manuela Saenz, estuvieron hechos unos conquistadores. Un abrazo.

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  3. Así es MH, tus palabras ponen síntesis a mi artículo. Saludos.

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  4. Gracias DLT por leer esta entrada que nos devela facetas muy personales de un prócer. Un abrazo, amigo.

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  5. no pude leer ya que me hace mal la letra tan pequeña, el color con el contraste del fondo. Es una lástima

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  6. Rubén he corregido los colores de la letra y su tamaño así puedes leer la entrada. Gracias por hacerme saber. Un cordial saludo.

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