Los miedos. . .

Los miedos a los que estamos expuestos desde pequeños muchas veces quedan guardados en algún lugar de nuestro inconciente o de nuestro corazón, como adormecidos y un día de repente, surgen en torbellino feroz cambiándonos la vida a tal punto que tenemos que acudir al médico, primero, al psiquiatra y psicólogo luego, comenzando con la larga ingesta de pastillas para evitarlos como la manera más fácil de enfrentarlos. En el mundo de hoy, un mundo de contrastes, de apuros, de competencias, de inseguridades, de pocas respuestas y muchas preguntas, los temibles miedos, valga la redundancia, aparecen en nuestras vidas con mayor o menor intensidad según cada cual. Resulta apropiado, entonces, saber que existen, porque en nuestro tiempo, aquél que se queda atrás en el conocimiento y la interacción, pierde. Aprendamos pues a conocerlos, luego a detectarlos y por último a enfrentarlos, dándoles batalla. No los reprimamos, menos ocultemos. Muchas veces la combinación de la medicina tradicional con la complementaria da muy buenos resultados. Yo recomiendo el Reiki, las sesiones de EMF Balancing, la meditación, el yoga, toda aquella disciplina que nos vea como un ser holístico.
Leer la nota siguiente es el primer paso.

El miedo es, provocado o no, algo inherente al ser humano y se dice que podrían existir tantas fobias como personas en el mundo.

 Existen algunas que podríamos definir como más comunes, como la claustrofobia (miedo a lugares cerrados) y la agorafobia (miedo a lo contrario, a los lugares abiertos), sin embargo, si indagamos un poco en los diferentes tipos de miedos (más o menos conscientes, aunque muchos están catalogados como irracionales) de las personas podemos encontrarnos con fobias que, a priori, resultan casi increíbles, pero que existen y que también necesitan de trabajos psicológicos para ser curadas. He aquí 20 de ellas, aunque hay muchas más catalogadas. No hay que olvidar que, en muchos casos, las fobias tienen origen en experiencias del pasado.
Crometofobia o Crematofobia: Es una de las que más llaman la atención. Es el miedo al dinero y valores de capital. Los expertos señalan que esta fobia no es algo pasajero, sino persistente (e injustificada) en quienes la padecen. Por otro lado está la aurofobia, que es el miedo al oro.
Enofobia: Temor o asco al vino.
Efebifobia: miedo a los adolescentes. Provocado por el temor que para los que la padecen tienen en función de su desconfianza basada en prejuicios de edad.
Somnifobia: temor a dormir. Puede producirse cuando el sujeto cree que puede no despertar nunca, o tener sueños que no desea (onirofobia). Es un fobia que puede conducir a problemas serios por los trastornos alimenticios que provoca y, en casos severos, a problemas mentales. La noctifobia, por ejemplo, es el miedo a la noche y la clinofobia el temor a ir a la cama.
Sofofobia: Temor a saber y adquirir nuevos conocimientos.
Antrofobia: miedo irracional a las flores. No confundir con antropofobia, que es el miedo a las personas.
Dipsofobia: el miedo extremo a las bebidas alcohólicas y a la embriaguez.
Agirofobia: miedo a la calle y a cruzar la calle. La ambulofobia, por su parte, es el miedo a caminar. Otra fobia relacionada con cruzar, esta vez puentes, es la gefirofobia.
Basofobia: miedo a caerse muy común en personas que han sufrido una operación o se han roto un hueso. Aparte de la psicología, el fisioterapeuta ha de contar con este temor y ayudar a ganar confianza al afectado.
Fobias a lo procedentes de otros países y razas: aquí podemos encontrar multitud de miedos irracionales, como la germanofobia (a los alemanes), gringofobia (a lo norteamericano), etc... la xenofobia es el miedo y odio a los extranjero.
A colores: la xantofobia, por ejemplo, es el miedo al amarillo (color asociado a la muerte o la mala suerte en muchas culturas). La eritrofobia es el temor al rojo.
Fagofobia: miedo a comer y tragar. Se traduce en una dificultad para tragar (disfagia) injustificada en el momento en el que, al examinar el esófago los médicos no encuentran nada anormal.
Bromidrosifobia: miedo al mal olor corporal, tanto propio como ajeno.
Ecofobia: miedo al hogar. En ocasiones causada por un abandono paterno en la infancia y que se traduce en el temor a estar solo en el hogar.
Genofobia: miedo al sexo. La espermatofobia, por otro lado, es el miedo al semen. Medortofobia: definida como el miedo a tener una erección.
Latrofobia: miedo al médico. Tiene su origen en innumerables temores, que van desde el miedo al dignóstico, a una cirugía o a una inyección, como a una experiencia traumática en una sala médica, bien propia o por la de una ser allegado...
Optofobia: miedo a abrir los ojos. Los ojos reúnen algunas otras fobias como la omatofobia (miedo a los ojos) o la fotofobia (miedo a la luz por temor a que afecte a la vista).
Relacionadas con el trabajo: la ergofobia (miedo al trabajo) y en los últimos años la logicomecanofobia (miedo a los ordenadores).
Vestifobia: miedo a la ropa. Puede estar relacionada con la bacteriofobia.
Hipopotomonstrosesquipedaliofobia: temor a las palabras grandes.




Fuente:
http://www.20minutos.es/noticia/554094/0/fobias/raras/miedos/

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